La lupa de Lilith

martes, febrero 17, 2009

LILITH Nº 9


SUMARIO
Oski, cada día dibuja mejor
por Otto Carlos Miller
Acerca de “El Fiord” de Osvaldo Lamborghini
por Liliana Guaragno
Delirio: un temprano relato fantástico argentino
por Carlos Abraham
El solsticio y el genio
por Oscar Sbarra Mitre
Formas de la felicidad
por Tomás Cardoso
Pekín
por Claudio Iván Remeseira
Aguante Kafka (o del husmear una estrictura)
por Patricio Leone
Navegar año nuevo
por Rubén Vedovaldi
El discreto encanto de la vida provinciana
por José Andrés Rivas
Günter Grass: a cinco decenios del desencanto
por Luis Benítez
Gritar con fuerza (historieta)
por Chelo Candia
Juan B. Alberdi: protagonista y pensador de la historia
por Federico Caire
Virginia Woolf, la mujer y las letras
por Adriana M. Blanco y Nicolás R. Correa
Eduardo Pavlovsky, la ética del cuerpo
por María Inés Grimoldi
Reportaje inédito a Astor Piazzolla
por Juan Carlos Licastro
Rol del estado, estado del árbol
por Daniel H. Matz
Portfolio fotográfico: La última cena
por Alba Piazza
Poemas de: Carlos Barbarito (Especial ilustrado por Anasor Ed Searom, San Pablo, Brasil); además: Andrés Bohoslavsky, Marta Speroni, Jorge Lemoine y Bosshardt, Claudio Adrián Martínez, Gito Minore, Cristina Villanueva, Giovanna Mulas, Osvaldo Hueso, Rolando Revagliatti, Salomón Valderrama Cruz y Rubén Sacchi.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hasta éste número deboré todas las revistas, los artículos, las notas, los dibujos....., y traté de ver y averigüar quienes eran todos los colaboradores. Soy un exegeta hasta la 9 (Me mudé a Paragüay por trbajo, por eso no vi mas revistas; y ahora x suerte vi ésta página!!!!).
Señor director: no está ninguniando al otro director, al qué escribió el ¡¡¡mejor par de artículos!!! que leí allí??.

Ruben Sacchi dijo...

Me alegro que te hayan gustado las revistas. Este espacio surge como iniciativa personal, ya que reformulé un blog anterior mío a falta de página institucional. Lo hago a pulmón en los tiempos que me dejan libre mis obligaciones y la confección de la edición impresa, por eso las carencias.
En cuanto al otro director, supongo que te referís al querido Oscar Oriolo, no hay ninguneo alguno, simplemente que tomó la decisión de apartarse del proyecto al aparecer la 11ª edición. Coincido en tu apreciación de su valía, se lo extraña.